Como cualquier componente mecánico, un vehículo está sometido a grandes
tensiones y desgaste. Los distintos materiales y componentes pueden
reaccionar de forma diferente al desgaste o la fatiga. Si se ha superado la vida
útil prevista para un componente, este puede romperse repentinamente, con
el consiguiente riesgo de producir lesiones al usuario.
Las grietas, los arañazos y la decoloración en las zonas sometidas a grandes
esfuerzos indican que el componente ha superado su vida útil y debe
ser reemplazado.
ADVERTENCIA